viernes, 4 de junio de 2010

"El mambo de Lima"

Estimado Dr. Pedro Julio Santana, Jorgito Bournigal, James Rodríguez, Virgilio Travieso y los demás donde quiera que se encuentren.
Como dicen por ahí, las almas buenas se van temprano y las muy buenas no sufren mucho para mudarse y así acompañar a los que como Uds., han dejado estos menesteres terrenales, no sin antes dejar una estela de recuerdos entre nosotros los que como yo, quizás debamos esperar un poco más para pagar culpas en estos predios. Con Uds., está en estos momentos un “ICONO” de nuestra pelota dominicana y estoy seguro de que “revoiteará” todo ese ambiente de tranquilidad en algo muy diferente. Aparte de la paz reinante ahora el TODOPODEROSO podrá disfrutar del ídolo más grande, a nivel popular, que ha dado el beisbol en muchas décadas. También podrán amenizar las tertulias con jocosidades imprevistas donde EL TODOPODEROSO tendrá (por obligación) que sentirse orgulloso del material creado; Como por igual de su desempeño como profesional. Ese liderazgo demostrado con éste nuevo incumbente de esa mesa de veteranos ilustres del deporte dominicano, formada por los ya idos a ocupar un puesto en el recuerdo de los de aquí abajo. Me refiero “al mambo de Lima”. Veterano de mil batallas, competidor incansable, único dentro de los jóvenes y niños y un cooperador dentro de su comunidad. Será muy difícil ver otra manifestación con tanto sentimiento en otra despedida de algún otro atleta por muchos años, porque uno “como ese” nace cada 50 o 100 años.
Me acuerdo que hace un tiempo invitó el Escogido bbc., a las ligas infantiles y juveniles a un juego domingo en la tarde entre los leones y las estrellas a realizar en el estadio Quisqueya. Nos pusimos en contacto con “el Piñao Ortiz” y como es su costumbre, se ofreció a recibirnos y ser nuestro EDECAN. Residíamos en Cabrera y decidimos ir con unos 50 niños de todas las comunidades cercanas que fueran buenos estudiantes y que jugaran en ligas de beisbol. Conseguimos la guagua de los estudiantes universitarios y procedimos a buscar el chófer que nos llevaría. Los dos primeros nos dijeron que no viajaban con tantos jovencitos pero el tercero acepto no sin antes poner algunos "peros". Salimos de aquí a las 8.00 am., en un viaje de cuatro horas y media con la bendición de las madres y padres y la recomendación de “Cuídeme mi niñito” “Es la primera vez que me separo de él”. En la parada obligada en Bonao los niños mostraron el respeto, la disciplina y la obediencia ejemplar inculcada por sus entrenadores hasta el extremo que el conductor cuando se dio la orden de subir expreso su admiración por la conducta observada. Al fin nos ubicamos en las gradas de primera y conseguimos, después de varias diligencias, bajar al terreno de juego para compartir con los jugadores del escogido. La manera de bajar inclusive llamo la atención de ONFALIA que al ver la cantidad de niños en el terreno comento “Eso solo son cosas de pucho Fiallo”. El primero en aparecer fue David Ortiz, después fue Furcal, luego y muy en orden fueron compartiendo con otros jugadores. Llego un momento en que me llamaron para una entrevista y al separarme del grupo les dije enfáticamente “No se muevan de ahí, ni se me alboroten. De repente en medio de la entrevista oigo una revolución de niños, un grupo pidiendo autógrafo y otros queriendo llegar al centro del molote, pero ¡TODOS, TODOS!, deseando saludar al que estaba en el centro y al cual no veía por estar agachado y asediado por ellos. Me dirijo rapidamente a poner el orden y me encuentro que, en el medio, se encontraba “El mambo de Lima”. Cantó, jugó y entretuvo por alrededor de 10 minutos a todos éstos atletas en ciernes. En esos momentos me dije: Estos momentos no se les olvidará, Ése ama los niños, el deporte y es un verdadero líder. Lo que nunca imagine era lo expresivo que era en sus sentimientos al cantar y con la letra de las mismas. Definitivamente era "!Un bohemio soñador!"
Hoy a 6 ó 7 años de ése episodio, éstos recuerdos volvieron a renacer con más fuerza que nunca en la memoria de esos jóvenes, como un algo que llevarán gravado para contarles a sus hijos, de aquel hombre inigualable que demostró siempre amor al prójimo y que siempre estuvo dispuesto para reír y compartir un momento de su felicidad, junto al ser humano que estuviera a su lado.
Hoy me siento envidioso por no estar con Uds., compartiendo esos momentos de tertulias, de anécdotas y de felicidad que proporcionan almas limpias, puras y de un derroche de conocimiento deportivo embellecido por una figura como ÉL.
Guarden mi sitio al lado de Don Pilindo, Don Cuchito, Horacito Veras (Mi manager de tantos años), Wiche, Virgilio y esa pléyade de estrellas que iluminan las noches nostálgicas de momentos ya idos, noches inacabables de sentimientos de amistad y sobre todo de ejemplos para las juventudes venideras. ¡Salud Amigos, que esta copa, la de esta noche, vaya por Uds.!